Reglas básicas del balonmano: conoce todos sus detalles

Hay deportes que tienen una tradición antiquísima, que se remonta, en sus orígenes primigenios, cientos o incluso miles de años atrás. Otros, sin embargo, han surgido recientemente y, aunque resulte curioso, se han convertido en los más populares, como es el caos del fútbol o balompié. El éxito de un deporte no solo depende de su forma o estilo de juego, sino también de la popularidad que alcance en ciertos lugares. En Estados Unidos, por ejemplo, los deportes más populares son el fútbol americano y el béisbol, y al contrario de otras mucha cosas de su cultura propia, el gigante estadounidense no ha conseguido llevar esas prácticas a otras partes del mundo, al menos no de forma especialmente popular. En Islandia, por ejemplo, el deporte más practicado es el hockey sobre hielo, por razones obvias. Pero también hay otro que destaca bastante en este pequeño país nórdico: el balonmano.

A la sombra casi siempre de otros deportes de pelota más “grandes” como el fútbol o el baloncesto, el balonmano o handball siempre ha tenido cierta popularidad sobre todo en Europa, donde se practica con muy buen nivel en prácticamente todos los países. Es un juego dinámico, muy espectacular y vibrante, que suele dejar marcadores altos y en la mayoría de partidos profesionales, también ajustados, porque el nivel de los equipos suele ser muy bueno. Aquí en España, por ejemplo, la selección ha demostrado en las dos últimas décadas tener un nivel espectacular tanto en campeonatos internacionales como en los propios Juegos Olímpicos. Este éxito a mayor nivel ha atraído a muchas personas a jugar al balonmano, teniendo que aprenderse las reglas, como en cualquier otro deporte. Aquí te las reunimos todas, para que puedas prepararte para tu primera prueba de contacto con el balón.

Cómo se juega al balonmano

El balonmano es un deporte de equipo en el que dos conjuntos de siete jugadores cada uno se enfrentan entre sí en una cancha rectangular, venciendo el que más goles marque. Un equipo de balonmano está formado por seis jugadores de campo y un portero, que irónicamente es el único jugador que puede tocar el balón con los pies. El resto de compañeros deben ir conduciendo el balón en la mano, pasándolo de uno a otro hasta llegar a la zona de tiro y lanzar desde ahí para intentar marcar un gol. De la misma forma que en el baloncesto, hay ciertas limitaciones a la hora de avanzar con el balón, cuyo tamaño es más pequeño, obviamente, para poder ser recogido con una sola mano. La regla de los tres pasos es la más importante, como veremos en el apartado siguiente.

Cuando se ataca, un jugador no puede pisar el área rival para lanzar, ya que se considera que estaría demasiado cerca. Sin embargo, el jugador que ataca sí que puede lanzarse en plancha antes de lanzar la pelota, cayendo dentro del área, pero sin pisarla realmente. Es por eso que se dan lanzamientos bastante impresionantes en los partidos. No hay un tiempo límite para la posesión, y el equipo puede dar tantos pases como quiera, pero el árbitro puede incidir en el juego pitando juego pasivo si considera que el equipo atacante simplemente está perdiendo tiempo y no tiene intención real de atacar. La misión del equipo que defiende es recuperar la pelota, normalmente tras un disparo fallido del rival o interceptando un pase, para armar el contragolpe. El portero, cuando su equipo ataca, puede salir del área y convertirse en un jugador más de campo.

Reglas del balonmano

Existen numerosas reglas dentro de este deporte, la mayoría de ellas para delimitar lo que se puede y no se puede hacer durante el partido, pero al ser un juego tan fluido, en muchas ocasiones estas reglas ya están tan mimetizadas dentro de los jugadores que no tienen por qué aplicarse tanto a lo largo de un encuentro. Por ejemplo, la regla de los tres pasos nos dice que un jugador no puede llevar la pelota en la mano más de tres pasos sin realizar un regate. Al hacerlo, se vuelven a contar otros tres pasos, y así hasta que el jugador pase la pelota o lance. La pelota se puede recepcionar con ambas manos, pero el lanzamiento debe realizarse solo con una. El jugador también puede quedarse quieto durante tres segundos como máximo, sin realizar ninguna otra acción, solo para ver cómo se desmarcan los suyos.

No se permiten los dobles regates, es decir, realizar dos fintas seguidas con el balón todavía en la mano, ya que eso sería incurrir en una falta. Tampoco se puede arrancar el balón de las manos del jugador que lo tiene, ni palmear su mano para que lo suelte. La intercepción llegará en un mal pase, o cuando el jugador esté botando el balón. Se puede dar contacto con otro jugador, siempre de cara y agarrándole con los brazos semiflexionados, pero no empujar, tirar o agarrar de espaldas. Y por supuesto, no se permite tocar el balón con los pies. El objetivo del juego es marcar más goles que el rival, y el equipo que lo consiga ganará el partido. En caso de empate al final de los 60 minutos reglamentarios, divididos en dos partes de 30 minutos, se llevará a cabo un lanzamiento de penaltis desde los siete metros, para ver quién es el ganador.

Faltas y amonestaciones

Existen varias formas de cometer infracciones y faltas dentro del balonmano, y cada una de ellas se “paga” de una forma distinta. Las faltas más habituales suelen darse en el transcurso del juego, por el incumplimiento de las reglas anteriormente descritas. Quedarse parado por más de tres segundos con el balón en la mano, dar más de tres pasos cuando se está atacando, agarrar de manera ilegal a un jugador que ataca, tocar el balón con los pies… Todas ellas son constitutivas de faltas, y se sancionan con golpes francos. Las amonestaciones comienzan cuando hay una acción grave o antirreglamentaria. Es entonces cuando el árbitro tiene que advertir al jugador que la ha cometido, y solo se permiten tres amonestaciones por equipo.

También existe la exclusión, que es un periodo de dos minutos por el cuál el jugador quedará fuera del terreno de juego, y nadie podrá entrar a sustituirle durante ese tiempo, dejando normalmente en inferioridad a su equipo. Estas exclusiones se dan cuando un jugador lleva a cabo faltas de forma reiterada, o tiene un comportamiento antideportivo repetidamente. Si un jugador llega a las tres exclusiones queda automáticamente descalificado, y debe salir de la cancha para no volver a jugar en todo el partido. Su equipo se quedará con uno menos durante dos minutos, pero después podrá entrar un compañero a sustituirle.