Zarko Trajkovic, primer jugador extranjero del Arrate

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El balonmano siempre ha sido un deporte destacado en nuestro país, a pesar de mantenerse continuamente a la sombra de otros como el fútbol, el tenis o el baloncesto. Es uno de los más numerosos, en cuanto a licencias federativas, y el potencial de la selección español, al menos en décadas pasadas, era incuestionable. Si bien se han vivido tiempos mejores y en la actualidad el balonmano español está siendo tremendamente golpeado por la crisis económica y la falta de patrocinadores, el deporte sigue llenando pabellones por todo el país, desde Andalucía a Euskadi. Precisamente de esa región norteña nos vienen los buenísimos recuerdos de uno de esos clubs humildes que lograron tocar el cielo partiendo desde lo más bajo, y que se ganaron el cariño y el respeto de todos los aficionados. Nos referimos, por supuesto, a la JD Arrate.

El club surgió en Eibar, una población de Guipúzcoa que hoy es tremendamente conocida gracias a su equipo de fútbol, que milita en primera desde hace varias temporadas después de haberse convertido en todo un clásico en segunda. Antes de que el SD Eibar estuviera tan alto, el Arrate ya llevaba el nombre de la ciudad por todo el país, jugando en numerosas ocasiones en División de Honor y en categorías muy importantes dentro del balonmano español. El equipo contaba con grandísimos jugadores en su tiempo, y uno de los más insignes, el bosnio Zarko Trajkovic, dejó un gran calado en toda la ciudad ya que pasó muchos años en el club, primero como jugador y luego como técnico y parte del plantel directivo. Trajkovic fue, de hecho, el primer jugador internacional que recaló en las filas del conjunto franjiazul, y acabó acomodándose en el mismo y haciendo de Eibar su hogar durante muchos años.

Primeros años

Nacido en Sarajevo, por entonces todavía parte de la ya extinta Yugoslavia, Zarko Trajkovic demostró tener mucho talento para el deporte en su juventud, convirtiéndose en jugador de balonmano y destacando con apenas 20 años en su propio país, donde llegó a jugar con la selección junior y posteriormente con la absoluta en numerosas ocasiones. Precisamente del equipo de su ciudad, el Sarajevo, fue de donde llegó Trajkovic al Arrate en la temporada 74/75, la misma en la que descendió el equipo. Sin embargo, el bosnio se mantuvo en la plantilla y al año siguiente fue importantísimo para conseguir el ascenso de categoría. Su juego como central, su potente defensa y también su rapidez como lateral izquierdo hacían de él uno de los jugadores más destacados del plantes franjiazul.

Su etapa como entrenador

Tras esas dos temporadas como jugador en el club, Trajkovic salió de la entidad franjiazul para seguir con su carrera como jugador. Volvería, eso sí, una década después, convertido ahora en técnico, para dirigir al equipo durante dos temporadas, desde 1986 a 1988. Trajkovic no llevaba mucho tiempo como entrenador y el Arrate fue uno de sus primeros destinos importantes, pero el ídolo de la afición supo adaptarse a las condiciones económicas apretadas y sacar un buen rendimiento al equipo. Aquellas dos temporadas en Primera Nacional fueron de las mejores del club, aunque finalmente, el bosnio sería sustituido en 1988 por el local Miguel Diego. No sería su última experiencia en la ciudad, sin embargo, ya que años después volvería a Eibar para encargarse del equipo femenino del propio Arrate.

Es aquí donde se da una de las gestas más recordadas de Trajkovic en la entidad. A su llegada, en 1992, el equipo femenino era uno de tantos aspirantes a llegar a la máxima categoría del balonmano femenino nacional, un deporte que empezaba a despuntar igual que en su versión masculina. Trajkovic logró llevar al ascenso a las chicas del Arrate en la temporada 93/94, y subirlas a la máxima categoría. El bosnio había logrado el ascenso tanto con el equipo masculino como con el femenino, primero como jugador y luego, obviamente, como técnico. Una hazaña que le hizo ganarse aún más el cariño de la afición franjiazul, a pesar de su marcha poco después, desvinculándose por completo del equipo.

El final del Arrate

Con Trajkovic ya desvinculado del club desde hacía años, el Arrate vivió sus momentos más gloriosos a finales de la década pasada, llegando a clasificarse para jugar competiciones europeas, en incluso en los Cuartos de Final de la Copa del Rey, imponiéndose al insigne Ademar de León. La situación, sin embargo, se volvió trágica después de la crisis de 2008, que dejó al equipo sin apenas patrocinadores. Finalmente, en 2011 y con una deuda que superaba el millón de euros, los socios de la JD Arrate votaron por poner fin a la andadura de un equipo con más de medio siglo de historia. Un final triste para un club vasco emblemático que había intentado aguantar como podía en una competición que sin duda estaba gobernada por clubes con mucho mayor presupuesto. En esta ocasión, David perdía contra Goliath.

Fallecimiento de Trajkovic

La vida Trajkovic tras abandonar el club era tranquila, de nuevo en Bosnia, en su ciudad natal, Sarajevo. El jugador y entrenador seguía contando, eso sí, con el cariño de la afición del Arrate, que le recordaba constantemente. Fue el primer foráneo en llegar a la entidad, en una época todavía marcada por la dictadura, en el último año de vida de Franco, de hecho, y además procedía de un país en la órbita comunista, algo que tapmoco ayudaba a permitir su fichaje. El Arrate lo consiguió, y Trajkovic se convirtió en un símbolo. Por eso la noticia de su muerto causó tanto impacto en Eibar, donde era muy recordado y querido. El bosnio falleció en Sarajevo, a principios del pasado mes de noviembre, a los 72 años de edad.